Tres expedicionarios -A, B y C- inician un viaje para descubrir a un ser que, se presume, habita en el mundo abisal. Los detalles de su aventura, incluido su enigmático final, los conocemos por medio de las grafías contenidas en estas páginas, aparentemente indescifrables, que necesitaron la intervención de una traductora y un ilustrador para desentrañar su mensaje: la narración en primera persona del descubrimiento de un mundo nunca antes visto.