La autora rinde un singular homenaje a seis filósofos franceses del siglo XX: Canguilhem, Sartre, Foucault, Althusser, Deleuze y Derrida. Pero este homenaje es también una reivindicación de la filosofía como práctica crítica, y de una filosofía en particular: aquella que ejerció la «crítica de la norma».