El poeta Ignacio Escobar sale a recorrer la Bogotá de los años setenta después de que su novia lo abandona por no querer tener hijos con ella. De ahí en adelante soportará diversos encuentros con jovencísimas prostitutas, poetas pusilánimes, socialistas recalcitrantes, burgueses insufribles, mujeres insaciables, mujeres inalcanzables, militares corruptos, en una cadena de eventos desafortunados que lo dejará con el cuerpo exhausto pero con la poesía al alcance de la mano. En un rapto poético final, Escobar mismo sabrá describir su periplo por una ciudad en la que ni el hastío, ni la monotonía, ni la lluvia dan tregua: «No se escoge la muerte: a ella se llega acorralado por la propia vida».