Si una en nuestro tiempo nada imposible catastrofe ecologica convierte en mero recuerdo la flora del planeta, los estudiosos y los nostalgicos de mañana podran reconstruir mentalmente una pradera y recordar nombres y descripciones de flores como mercadela, mastuerzo, juanita, jacalasuchil, llamarada, nopalillo -al lado de otras mas conocidas- gracias a poemas como “Florido Laude”, de Salvador Novo, en que el poeta asume humildemente una de las tareas de su mester: rescatar las palabras, los nombres de las cosas: Lo menos que yo puedo para darte las gracias porque existes; ¡oh flor, milagro multiple! es conocer tu nombre y repetirlo en una letania de colores y en una sinfonia de perfumes.