Xavier Villaurrutia, se planteó un pretexto que sería predominante en su poesía: la muerte. Ante la angustia de la muerte, transformada en bella nostalgia, el escritor prefería hacer descansar en su mundo privado el drama de saberse perecedero, apuntó Alí Chumacero. Por su parte Villaurrutia, quien vivió obsesionado por el tema, escribió alguna vez que el hombre puede echar de menos su muerte, que vive y experimenta en formas muy misteriosas. Se ha trazado esta fascinación de la poesía villaurrutiana hasta hacerla entroncar con las concepciones aztecas de la muerte, que la identifican con un momento del movimiento cósmico.