Los sudarios no tienen bolsillos es una novela maldita. Escrita entre 1935 y 1936, al proponerse para su publicación fue rechazada por varias editoriales norteamericanas. En 1937 la aceptó finalmente una editorial inglesa, Baker, pero no sin realizar cortes en el original. Once años más tarde, el libro vio la luz en los Estados Unidos en una edición de NAL, en la que se hicieron nuevos recortes tras pasar por una seria censura. La versión original de McCoy nunca se rescató. El libro se encuentra agotado desde hace 30 años en los Estados Unidos, y ni siquiera se pueden localizar copias en las bibliotecas públicas. El autor no renovó su «copyright» y lo dejó morir. Los lectores de habla española descubrirán al leerla los motivos de la persecución a que este libro fue sometido, y se sentirán más cerca de Horace McCoy de lo que se sintieron al leer: «Di adiós al mañana», «Luces de Hollywood» o «¿Acaso no matan a los caballos?