La batalla contra las moscas portadoras de gérmenes, chupadoras de sangre y causantes de enfermedades mortales siempre se pierde y vuelve a empezar. Hasta ahora, sólo los entomólogos han dado el justo peso a un adversario temible, al añadir al nombre de esta especie calificativos que no dejan duda sobre su naturaleza de combatiente encarnizada.