Desde mucho antes que El Cóndor fuera el jefe de los pájaros y sembrara la violencia en tuluá. Las guerras han hecho parte integral de su vida… “En Tuluá hemos vivido todas las guerras. De todas hemos salido. Por eso, tal vez, no le tenemos miedo al posconflicto ni a los bandidos, ni a los criminales ni a los soldados, ni a los policías que la han azotado, cualquiera que haya sido la época en que ellas hayan sucedido y los genes que se hubiesen podido entrecruzar para forjar el temperamento y la actitud del tulueño, que cuando no se heredan se vuelven contagiosos”.