Pese a la abundante información disponible sobre Pablo Escobar, esta obra la articula a partir de una trama precisa; su fuga de la Catedral y la investigación sobre los responsables de esta y la forma como se realizó. Una trama que se enmarca dentro de la estrategia de Escobar por acabar con la extradición y que contextualiza muy bien hasta dónde llegó su poder de intimidación, de corrupción y el avance histórico del narcotráfico, reflexiones que en ningún momento interrumpen el hilo narrativo. Contraponerle a Pablo Escobar la figura de Luis Carlos Galán, la némesis del mal, es un acierto para mostrar el grado de postración al que llegó la sociedad colombiana.