Éste es su abuelo. No puede dejarlo aquí. Lo ve dormir, con sus arrugas marcándole la cara y el reflejo de luz que viene de la puerta del iglú sobre su enorme cuerpo. Es el abuelo que le enseñó a pescar, a bailar la música tradicional de su pueblo, el que le lee libros, el que le explica esa fiesta en el cielo que es la aurora boreal. Ino se limpia las lágrimas y decide que no lo dejará. Él ama las costumbres milenarias de su tribu, en el Círculo Polar Ártico, las ha defendido muchas veces ante personas que no las entienden, pero en este momento está dispuesto a ir en contra de todos para salvar a su abuelo.