En abril de este año Alejandro Gaviria pronunció un discurso, en su calidad de rector, para los alumnos de la Universidad de los Andes que se graduaban después de un año de confinamiento por la pandemia. Lo tituló La vida es lo que aprendemos a querer y en él hizo un llamado a resistir y seguir resistiendo, y a estar siempre dispuestos a cambiar de estrella o de camino, a no caer en la tentación del odio, el fanatismo, la inquisición o la justificación de la violencia. Sus palabras se hicieron virales y el video de ese momento ya superó el millón de reproducciones en la página de la universidad. En defensa del humanismo recopila los discursos que Gaviria ha dado y unas reflexiones adicionales sobre el medio ambiente, el futuro de Colombia, la cultura de la vida, el duelo por la pandemia y la reivindicación de la capacidad de soñar. Estos textos, en palabras de su autor, defienden, en conjunto, el pluralismo, la tolerancia y el respeto. Anteponen, quizás ingenuamente, las palabras, la poesía incluso, a los discursos del odio, a las pasiones políticas (muchas de ellas autodestructivas). Salvo el tiempo, más íntimo, más introspectivo, todos abordan los problemas del presente, de estos tiempos difíciles.