Un libro de poemas, un cuchillo de caza, una linterna, un martillo y un revólver son los únicos elementos con los que el narrador de este libro trata de sobrevivir en un mundo repleto de zombis. La historia lleva al lector a un mundo post apocalíptico, pero curiosamente muy parecido al nuestro a medida que avanza la trama: una civilización que ve su final de cerca, con diferencias sociales, ambiciones y gestos crueles cargados de simbolismo. Este es el mundo de los muertos vivientes. Este es nuestro mundo.