El Taller de Gráfica Popular fue fundado en 1937 por un grupo de artistas plásticos que buscaban hacer llegar el arte a los obreros y campesinos y vincularse a sus luchas sociales. Allí se crearon carteles, volantes, mantas para las manifestaciones callejeras, telones para los mítines, periódicos con las tradicionales calaveras del Día de Muertos y hasta la decoración de carros alegóricos para los desfiles obreros y antifascistas. Esta obra muestra, con profusas ilustraciones, la historia de este centro de creación artística.