En esta novela, que el Washington Post consideró «uno de los mejores intentos contemporáneos de describir el infierno», la narradora, Anna Blume, que ha acudido al país de las últimas cosas en busca de su desaparecido hermano, describe en una larga carta ese lugar en el que la muerte ha reemplazado a los avatares y negocios de la vida, en el que florecen clínicas de eutanasia y clubs para el asesinato. Y en este país devastado, donde todo lo que existe es posiblemente el último ejemplar de su especie, Anna deberá intentar sobrevivir.