La función comienza bajo el sol del paisaje desértico. El Hombre Víbora, la Mujer Rana, el León Tecomo y su afamado domador, Serpentín el Temerario, el Poeta Loco y el Zenzontle Feo concurren a este espectáculo prodigioso bajo el signo de la errancia, donde la realidad y el tiempo ceden el paso a una afiebrada e intensa travesía vital.