Algunas prácticas sociales se han institucionalizado y legitimizado dentro del lenguaje político, como consecuencia, se han gestado nuevas formas de ?justicia?, pero ¿podemos llamarle justicia? Deseo y conflicto pone sobre la mesa algunas de las consecuencias de estos fenómenos ante la creciente digitalización de la vida pública y privada. Hace énfasis en problemas contemporáneos del feminismo y desenmascara el mal uso de muchas de estas prácticas que retumban como correctivo social y busca su resignificación y reconfiguración dentro del marco político. De igual forma, hace una crítica a las estructuras heteronormativas y patriarcales.