Por muy viajero o aventurero que uno sea, incluso aunque se hayan visitado todos los rincones de la Tierra, nadie conoce nada hasta que se conoce a si mismo. Es este un camino personal por las propias emociones, desde el que contemplar cómo reaccionamos a nuestros sentimientos para aprender a protegernos del ego desmedido o, por el contrario, de la falta de autoestima, de los manipuladores que nos impiden mostrarnos realmente o de las presiones sociales. El desarrollo personal implica salir de la zona de confort y cuestionarse todo: qué nos motiva, cuáles son nuestros valores, a qué meta queremos llegar. Significa distanciarse de las redes o de la aprobación externa para centrarnos en el interior, observándonos sin ruido, descubriendo nuestras cualidades y entrenando nuestras capacidades al máximo con todo tipo de ejercicios, autoevaluaciones y test con los que encontrar nuestra mejor versión a través de la introspección y el autoconocimiento.