Cien años después, la herida del árbol de caucho sigue abierta: desangrándose y derramando su sangre blanca. Aún hoy, la selva de José Eustasio Rivera se enreda con furia y ruge “a media voz, en el idioma de los murmullos”. Las palabras de La vorágine, al igual que esa inmensa bóveda espesa y verde que palpita, nunca han cesado de carcomerse y resucitar dentro de una espiral sin fin. Leerlas es descubrir lo que se siente ser hoja que marchita y vuelve a nacer, lo que se siente ser grieta que llora su sangre sin descanso, lo que se siente ser eco que rebota como murmullo… La vorágine ha traído a cada lector, en la espesura de la selva amazónica, los secretos que se ocultan entre su ramaje: la esclavitud de las caucherías, los siseos de los árboles y el destino incierto de quien transita en sus abismos. A través de la voz de Arturo Cova, dejamos en tus manos la adaptación ilustrada de esta historia y el último registro de las otras voces que fueron devoradas por ese verde torbellino.