«La prosa me arrastró con una fuerza vertiginosa inaudita y me envolvió con sus ráfagas de extraña poesía: extraña y hermosa. El texto me sacudió más de una vez. Hay momentos tremendos, más allá de la nostalgia, momentos trágicos, que conmueven, que estremecen; percibo una estructura musical con temas que vuelan pero que regresan en sorpresivos ?ritornelos?. También percibo algo pictórico como si texto se hiciera pictórico, no por alguna cualidad descriptiva, sino por su ?estructura?».