La muerte, el amor y la amistad, las tres presencias que determinan mi existencia. La muerte, que tanta veces ha caminado a mi lado sin tocar mi hombro y que me ha concedido licencia para llegar hasta este día. El amor, que después de las noches de oscuridad, ha iluminado de nuevo mi camino con su luz inefable. La amistad, que temprano mehizo descubrir que la bondad y la compasión si eran posibles, devolviéndome la fe en la existencia. No soy ´´escribidor´´, ni académico, ni científico, ni filósofo, ni doctrinario; no me interesa parecer ´´políticamente correcto´´. De modo que mi único compromiso es con la verdad. Todos los hechos narrados pueden corroborarse con fechas, nombres y lugares geográficos. Nada es ficción.