Hay personas a lo largo de nuestra geografía que creen en la justicia y que se han inmolado por ella. Desde jueces y fiscales, pasando por personeros, notarios, guardabosques. Personas que un día antepusieron todo lo propio por la defensa del interés colectivo. Son gentes que han luchado hasta final, y que nos han legado valores a los que tendremos que apelar para reconstruir una nación gravemente deteriorada por la violencia.