Las feministas empezaban a encontrar el universo galo un tanto misógino, ¡por ello, el autor decide crear una señora bardo de Lutecia!, quien vendrá a poner un poco de picante en el ambiente de la aldea. Astérix pierde la cabeza, en cambio, Obélix, un poco más razonable con el asunto, ve con mejor ánimo la nueva situación en que la barda ha puesto a la aldea. El mundo feminista no sólo invade territorio galo para mostrar quién lleva los pantalones, va un poco más allá, ¡y qué decir de la manera cómo lo hace…!