Considerado un clásico sin paliativos de la literatura moderna, Solaris consagró a Stanislaw Lem como autor de culto. Kris Kelvin acaba de llegar a Solaris. Su misión es esclarecer los problemas de conducta de los tres tripulantes de la única estación de observación situada en el planeta. Solaris es un lugar peculiar: no existe tierra firme, únicamente un extenso océano dotado de vida y presumiblemente, de inteligencia. Mientras tanto, se encuentra con la aparición de personas que no deberían estar allí. Tal es el caso de su mujer -quien se había suicidado años antes-, y que parece no recordar nada de lo sucedido.
