El primer paso fue llevar la ciudad a la literatura, ahora la literatura se hace muro en una amalgama creativa”. Mario Mendoza Hasta el momento en que su padre decide suicidarse, la vida de Marcos parece normal. Va al colegio, lee novelas de aventuras, tiene su grupo de amigos, de vez en cuando le ayuda a su viejo en la tienda de barrio que les da de comer. Sin embargo, a partir de ese día, Marcos debe convertirse en hombre y valerse por sí mismo. Una apasionante historia se desata cuando descubre que, en un oscuro y alejado centro para enfermos mentales, vive un hermano suyo del que no tenía noticia, un personaje luminoso que le cambiará la vida para siempre. A partir de ese instante, los acontecimientos se convierten en una carrera desaforada, en un acontecer atropellado y surcado por el misterio. En ese constante trasegar, la reaparición de un rito prohibido muy antiguo le da un giro definitivo a la historia. Marcos se adentrará, entonces, en los espacios más recónditos del alma humana.