La vida es percibida a través de emociones, sensaciones y colores. La riqueza de Juan Tisquesusa ha sido la posibilidad de recopilar, a lo largo de su vida, una gran cantidad de estas perspectivas. El impedimento para ver con sus ojos le ha llevado a contar con las miradas de todo aquel que ha encontrado en su camino; como resultado, cientos de historias y vivencias que viajan desde lo divertido a lo trascendental acompañan esta narrativa que es producto de la fortuna de contar con mil ojos para ver el mundo.