Conmovedor retrato autobiográfico que narra las experiencias de la autora durante la Segunda Guerra Mundial, cuando solo era una niña judía que vivía en Holanda, ajena a lo que ocurría en el mundo. Su familia se ve obligada a dispersarse, pero la solidaridad, el ánimo alegre y la capacidad de recursos de la protagonista reflejan la fortaleza del ser humano, que trasciende los horrores de la guerra.