A sus 18 años, a Ziva le gusta más el metal que las personas. Pasa los días encerrada en su forja, a salvo de la sociedad y de la ansiedad que le causa, utilizando su don mágico para crear armas únicas imbuidas de poder. Pero pronto recibe un encargo de un poderoso señor de la guerra y el resultado es una espada capaz de robar los secretos de sus víctimas. Una espada con el poder de derrocar reinos. Cuando Ziva descubre que el señor de la guerra quiere utilizarla para esclavizar el mundo entero, huye junto a su hermana. Acompañadas por un mercenario absurdamente guapo y por un académico con un extenso conocimiento de la magia, Ziva y su hermana se embarcan en una misión para mantener a salvo la espada hasta que encuentren a alguien digno de blandirla o una forma de destruirla.