Hay objetos que encarnan ideales y se convierten en símbolo. Su poder es tal, que son capaces de inspirar a generaciones enteras de hombres y mujeres, quienes los reconocen como faro, talismán o pretexto para la lucha. La espada de Simón Bolívar es uno de esos objetos fascinantes, cargados de poder y de significado. Hay objetos que encarnan ideales y se convierten en símbolo. Su poder es tal, que son capaces de inspirar a generaciones enteras de hombres y mujeres, quienes los reconocen como faro, talismán o pretexto para la lucha. La espada de Simón Bolívar es uno de esos objetos fascinantes, cargados de poder y de significado. Empuñada por el libertador; robada de la Quinta de Bolívar en 1974 por el Movimiento 19 de abril, M-19; sobreviviente de la invasión norteamericana a Panamá; menospreciada por el rey de España; y reclamada por el primer presidente de izquierda de Colombia, la espada suma ya más de 200 años yendo y viniendo de aquí para allá, cayendo en manos de poetas, amas de casa, ajedrecistas, ingenieros, fotógrafos, espías y presidentes. Sus viajes han inspirado este libro, en el que Patricia Lara rastrea con rigor periodístico y reconstruye con habilidad de novelista las peripecias de este símbolo imperecedero, al tiempo que, a través de ellas, cuenta el recorrido del M-19, desde su fundación hasta la llegada al poder de uno de sus militantes, Gustavo Petro y, de paso, recuerda la historia de Colombia en el último medio siglo.