Con base en una profunda investigación, Héctor Díaz-Polanco realiza una narración sobre las rebeliones indígenas en el Istmo de Tehuantepec durante 1660. Relata el contexto sociopolítico de la época, en el cual la región se ve sumida en corrupción y abusos, lo cual suscitó un levantamiento de parte de las comunidades afectadas. Presenta personajes clave en estos sucesos, quienes llevaron a cabo una violenta represión que finalmente acabó con la rebelión. Sin embargo, el fuego no se extinguió en el espíritu de los insurrectos, quienes hasta nuestros días siguen luchando por su autonomía política.